Ravi Shankar dice “Si tus deseos van cambiando, estarás creciendo; de lo contrario, estarás estancado».

En esa ando, re calibrando (me). Volviendo a conectar con mis deseos y con mi energía creativa.

Creo que no existe un poder más fuerte que el de transformar, reconocer eso que te incomoda (de vos y del mundo) y avanzar hacia una mejor versión propia.

Transformar o readaptar los aspectos con los que ya no te sentís cómodx puede hacerte muy feliz.

Hace poco volví a conectar con esta intención gracias a Dafne (insta) y volvió a emocionarme y ayudarme a conectar con mis deseos más profundos “Transformo el miedo en poder”.

No soy miedosa naturalmente. Por eso, cuando me encuentro en situaciones que no puedo controlar, y en las que empiezo a estar muy incómoda, sin ser del todo feliz pues no encuentro mi esencia; me pierdo y me paralizo. Mi energía se dispersa, y todo ese fuego que sé que tengo, empieza a quemar cualquier cosa, o se apaga rápidamente, en lugar de estar dirigido y enfocado a mi crecimiento.

Un lindo ejercicio es pensar en qué deseas. Que deseas de corazón (aunque parezca improbable) y vayas entendiendo que es lo que necesitas cambiar para alcanzarlo. Siempre de a baby steps. Pasitos mini y objetivos claros, que puedas ir realizando y celebrando en el camino.

En palabras de Carl Rogers:

“La curiosa paradoja es que, cuando me acepto como soy, entonces puedo cambiar. Es decir, solo cuando nos ponemos en contacto con lo que somos, con lo que pensamos, con lo que sentimos, con lo que nos pasa… solo entonces somos capaces de cambiarlo. Al aceptar y asumir como propio lo que está pasando en nuestro interior, desviamos la energía que utilizamos para no oírlo ni verlo, incluso para no sentirlo, hacia lo que de verdad queremos y necesitamos, que es cambiarlo”.

Muchas veces no es fácil ni cómodo entrar en las profundidades del espíritu, aceptando nuestras sombras o nuestras diferencias con el resto del mundo; pero yendo bien adentro, vamos encontrar en el fondo del alma el haz de luz que nos haga entender todo lo que nos moviliza en la vida.

Y desde ahí, solo queda seguir ese haz de luz, esa llamita que nos va seguir llevando para adelante siguiendo nuestros propios sueños.

 Creo que la clave está en trasformar nuestros obstáculos en posibilidades. Caminar el camino, caminar cuando hay luz y cuando hay sombra, cuando hay pasto verde y cuando hay barro (y se te mojan y ensucian los pies y el alma), y en ese camino; fortalecerme, empoderarme y sanarme.

Tener el coraje necesario para ver qué es lo que no nos está funcionando, para abrazarlo, y luego, poder transmutarlo. Sin miedo; con fe. El miedo paraliza, la fe moviliza.

 Te deseo ese coraje. Esa llama. Ese ir y venir todas las veces que sea necesario. Ese cambio a veces chiquito, a veces radical. Te deseo poder escucharte siempre y seguir tu intuición. Gracias por leerme,

Dani.