Creo que no somos pocos, quienes aún teniendo una práctica de yoga estable, no tenemos mucha idea de que son los mudras o para que sirven. Quizás los viste en fotos o en algún estudiante del shala pero nunca los practicaste. Si estás en este grupo, espero que este artículo ayude a traerte claridad en el tema y puedas animarte a probarlos!

Soy Dani, tengo una práctica diaria de ashtanga yoga hace muchos años, pero fue recién en los últimos tiempos donde me empecé a preguntar sobre los mudras. Lo veía en India, lo veía acá; escuchaba o veía fotos hermosas, pero nunca terminaba de entender bien qué era, cuando se usaban o para que servían. Mi abuela también siempre los consideró super importantes y parte esencial de sus prácticas (a sus 86 años, no hay charla donde no me cuente sobre las épocas donde daba sus clases de yoga “de las primeras alumnas que se pudieron formar en Argentina”).

Tampoco es que soy una experta, pero creo que, como con todo, con curiosidad, amor, tiempo y paciencia podemos empezar a aprender lo que queramos.

Y como la práctica de yoga, si es algo que resuena adentro y nos ayuda a ir iluminando nuestras sombras; termina convirtiéndose (más que una “rutina”) en un ritual.

Origen

Como tantas técnicas milenarias, se desconocen los orígenes de los mudras, pero aparecen en muchas tradiciones religiosas y espirituales diferentes; han sido una parte integral de muchos rituales hindúes y budistas. Se utilizan ampliamente en yoga, meditación y danza. Se dice que existen cerca de 399 mudras.

La palabra mudra proviene del vocablo sánscrito mud, que significa dicha/alegría (bliss en inglés), y dra, que significa disolución. Entonces, la palabra mudra literalmente significa disolverse en la dicha/alegría.

Es un gesto o una actitud utilizada para crear un circuito de energía en el cuerpo. Los mudras se pueden realizar con las manos, la cabeza, el perineo e incluso a través de formas específicas creadas con todo nuestro cuerpo.

Hoy en día, los más conocidos y utilizados son los mudras que hacemos con las manos.

¿Sabías que nuestras manos tienen un poder curativo innato que se ha utilizado durante siglos para sanar?

A mí, esto, me sigue volando la cabeza. Claro, las manos ocupan alrededor del 30% de la corteza motora y sensorial del cerebro, lo que significa que lo que hacemos con nuestras manos afecta la forma en que nos sentimos. También tenemos una enorme cantidad de receptores sensoriales en las yemas de los dedos, más que en cualquier otra parte del cuerpo. Por lo tanto, la forma en que colocamos nuestros dedos afecta el modo de conciencia que surge dentro de nosotros. Pueden afectar nuestro estado de ánimo, nuestra energía y la forma en que percibimos el mundo que nos rodea.

Nuestras manos definen nuestro karma y los dedos, siendo los puntos de poder, son un vínculo entre la fuerza pránica individual y la energía cósmica universal.

También, desde el punto de vista ayurvédico (otra ciencia milenaria, y hermosa, personalmente, me ayudó un montón a profundizar mi práctica de yoga – y mi vida en general) los mudras y la forma en que posicionemos nuestros dedos; pueden colaborar a equilibrar nuestros doshas. Cada dedo representa un elemento diferente. El pulgar es fuego, el dedo índice es aire, el dedo medio es espacio, el dedo anular es tierra y el dedo meñique es agua.

Estos gestos simbólicos tienen el poder de producir alegría y felicidad. Se ha demostrado que la práctica regular de mudras no solo contribuye a la buena salud general, sino que también puede usarse como medida preventiva.

Tienen la capacidad de influir en la energía de nuestro cuerpo físico, emocional y espiritual. Los mudras ayudan a unir el cerebro con el cuerpo, calman el dolor, estimulan las endorfinas, cambian el estado de ánimo y aumentan nuestra vitalidad.

Mudras con las manos

Te comparto algunos mudras que podés empezar a incorporar en tu práctica de yoga, de meditación o como una práctica espiritual por separado. No necesitas mucho tiempo ni contar con una sala de yoga. Necesitas ese ratito de priorizarte, darte tu lugar y tu espacio personal. Un espacio de calma y con pocas distracciones en lo posible.

Te recomiendo que antes de comenzar, tomes unas respiraciones cómodamente. Con una inhalación suave y una exhalación larga.

Cerrá los ojos y quedate aquí durante aproximadamente un minuto, notando las sensaciones de la respiración a medida que sube y baja en el área de la caja torácica. Deja que tu mente descanse en este espacio de quietud y reflexión.

Cuando sientas que es el momento, comenzá con tu mudra favorito o el que creas necesario para ese día. Hacelo durante el tiempo que lo sientas. Podés ir sumando minutos cada día.

Cuando termines, a modo de cierre, te recomiendo agradecer. Agradecer por cada uno de estos “mini rituales” y enseñanzas milenarias.

ANJALI MUDRA: Unión

¡Empecemos por mi favorito! Es probable que conozcas este mudra si alguna vez viajaste a India u otras partes de Asia. Si tomás clases de yoga o de meditación, es probable que lo hayas compartido con tu grupo. Se llama anjali mudra, y significa «ofrenda», es un símbolo de unir los opuestos y expresar unión o unidad.

Anjali mudra es una forma poderosa de equilibrar los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, así como las energías solar y lunar en nuestro cuerpo. Cuando equilibramos estas dualidades, la mente se estabiliza, nuestros sentidos se vuelven hacia adentro y podemos descansar en una conciencia pacífica. En este estado, podemos ser observadores de nuestras sensaciones, imágenes, sentimientos y pensamientos en lugar de reaccionar impulsivamente ante ellos.

Podés usar este mudra cada vez que te sientas dispersa, descentrada o distraída por las circunstancias que te rodean, para que recuerdes ese espacio silencioso de quietud que siempre está dentro tuyo. A mí me gusta hacer unas respiraciones al final de mi práctica de yoga, ya sea sentada o arrodillada en anjali mudra.

¿Por qué al finalizar inclinamos la cabeza hacia el pecho? Es un símbolo de entregar el intelecto de nuestra mente a la sabiduría de tu corazón.

GYAN MUDRA: Sabiduría

Otro de los mudras más vistos. Usado durante miles de años por los yoguis. Nos brinda paz, calma y progreso espiritual.

Juntamos la punta del pulgar y el dedo índice, mientras que los otros tres dedos están estirados.

Lo podés hacer en cualquier momento del día, mientras practicás yoga o durante meditación.

Gyan mudra nos ayuda a aumentar la concentración, la memoria, reduce los trastornos del sueño, ayuda a liberar el estrés y la ira, alivia la depresión y el dolor de cabeza.

HAKINI MUDRA: Concentración

Cuando nos cuesta centrar nuestra atención en una cosa a la vez, y nos damos cuenta que no podemos poner foco; es muy probable que tengamos un exceso de vata (según el ayurveda, se relaciona con el aire y el espacio). Lo que buscamos cuando nuestro vata es demasiado alto, es bajar un cambio; buscar rutinas, completar tareas y centrar nuestra atención en una cosa a la vez.

Para hacer este mudra, juntamos suavemente las puntas de tus dedos a la altura del centro del pecho, dejando espacio entre las palmas de las manos, como si tuviéramos una pelota.

Podés cerrar los ojos. Permití que tu respiración se vuelva constante y uniforme y dejá que tus ojos descansen en el espacio entre las cejas y ligeramente por encima y lleva tu conciencia hacia este espacio.

Hakini mudra es un excelente gesto manual para cultivar las cualidades de atención y concentración.

También guía nuestra conciencia hacia el punto del tercer ojo, que es el punto energético de la perspicacia y la intuición. Este punto se relaciona con la glándula pituitaria en el cerebro y nos ayuda a tomar el control consciente de nuestras elecciones y acciones en nuestra vida.

PRANA MUDRA: El gesto de la vida

Colocamos el dedo anular y el meñique en la punta del pulgar y mantenemos los otros dos dedos estirados.

Prana mudra se puede usar cuando tengas mucho cansancio, y necesites un impulso adicional de energía. Este mudra limpia nuestra aura.

Se considera beneficioso para todo tipo de enfermedades y también se dice que imparte un poder especial a los ojos. Se dice que Prana mudra ayuda a activar la energía latente en el cuerpo (chi o qui).

Espero puedas poner algunos en práctica, que te sirvan y te acompañen,

Con amor, Dani.