Hace dos meses decidí irme de Capital para mudarme a Mar del Plata. ¿Por qué? Porque amo el mar. Porque nada me ataba. Básicamente fue intuición, no puedo decir mucho más.

Hace un mes me mudé. Ese día me desperté con este pensamiento: ¿Porqué me estoy yendo, si estoy tan cómoda acá? Y automáticamente me respondí: “Precisamente por eso”.

Estar demasiado cómoda es fácil, sí, pero no inspira, no hace crecer, no da creatividad, diversión, adrenalina.

¿Cuántas veces habremos perdido aventuras & oportunidades por el miedo a perder la comodidad o lo “seguro”?
¿Y cuántas el miedo a lo desconocido o a lo diferente nos paralizó?
¿Cuántas veces nos da vueltas en la cabeza el famoso “y si hubiese…”?

Creo que nunca es tarde para ser un poquito más jugadxs, más valientes, más arriesgadxs. Y no hablo de grandes decisiones.

Probá cambiar pequeños hábitos del día a día,
que, quizás, ya te estás dando cuenta que no resuenan con vos,
pero estás procastinando el cambio,
pues quedarse en lo cómodo, y en lo conocido
siempre es más fácil.

Aprendamos a habitar la incomodidad en el yoga & en la vida

– estemos presentes, aunque sea incómodo
– veamos a la incomodidad a los ojos
– respiremos la incomodidad
– abracemos la incomodidad
– no la neguemos, no la tapemos

••• aceptemos y honremos la luz y las sombras•••

– en nuestra práctica de yoga (con posturas que nos cuesten, desde el lado físico o mental)
– en nuestros cuerpos (si todavía buscamos la “perfección” que no es real)
– con la vida y con lxs demás
– en nosotrxs mismxs

Creo que la incomodidad también puede llevarnos a lugares hermosos. Hacernos crecer, hacernos ver las cosas desde otro lugar, hacernos más conscientes, hacernos más presentes. Vivir más conectados con nosotrxs mismxs, con lxs demxs y con lo que nos rodea.

La incomodidad, si la habitamos, si realmente la aceptamos y la vivimos;

la transformamos; y también puede, traernos paz.

Trascender la incomodidad

El yoga no es todo magia, ni todo fácil, ni todo calma
y no sucede de un día para el otro, pero la práctica, sí es una gran maestra,
de la disciplina, de la consciencia, de la constancia, de la presencia y de la incomodidad también.

Y desde ese lugar, creo que de a poco nos acerca a esos momentos de magia, fluidez, paz y calma.

Como dijo Nelson Mandela, “que nuestras elecciones reflejen nuestros sueños, no nuestros miedos” – vayamos a por todo, aunque sea incómodo al principio.

Con amor, Dani.